Una educación en valores: 9 pautas para lograrlo

El Síndrome de Solomon o el miedo a destacar en el aula
junio 15, 2015
Educar es amar
junio 19, 2015

Una educación en valores: 9 pautas para lograrlo

Hablamos con frecuencia de una Educación en Valores y de los Valores de la Educación pero a veces lo usamos como muletilla para una educación de calidad, sin ponernos a pensar cuáles son esos valores que de verdad debemos ir fomentando en todas esas personas que se están educando y a las cuales los mayores les servimos de referencia, por eso el mejor valor que podemos transmitir, en principio, es dar ejemplo con nuestros actos, con nuestros mensajes, con nuestros pensamientos.

Ser acompañante en el proceso educativo implica una entereza personal del docente que exige que nuestra vida sea congruente con los mensajes que damos, no podemos ir diciendo que hay que ser justos, solidarios, democráticos… cuando nuestra práctica educativa va por otros derroteros y el alumnado ve que no somos testimonio de lo que decimos.

Hace años leí el libro de Victoria Camps “Los Valores de la Educación” que define muy claramente cuáles son esos valores que familia, escuela y sociedad debemos transmitir y que hoy siguen estando vigentes. “Educar es, así, formar el carácter, en el sentido más extenso y total del término: formar el carácter para que se cumpla un proceso de socialización, imprescindible, y formarlo para promover un mundo más civilizado, críticos con los defectos del presente y comprometido con el proceso moral de las estructuras y actitudes sociales… y para formar el carácter no hay más remedio que inculcar unos valores” (p.11)

Enseñar a vivir en la sociedad, respetando y haciéndose respetar, significa que estamos enseñando a ser responsables y a ser tolerantes. Hay que fomentar el respeto por los bienes comunes, por el medio ambiente, hay que ser solidarios y solidarias dentro de nuestra parcela de responsabilidad, entendiendo que todos y todas somos un poco corresponsables de las grandes injusticias que se dan y que, desde nuestra pequeña parcela, podemos colaborar  para que vaya desapareciendo.

Educar en valores también es Educar para la Paz, educar para la paz significa comprometerse con el alumnado, generar en clase un buen clima que haga entender y respetar las diferencias, hacer reflexionar sobre la violencia generada en series televisivas o en algunos deportes, criticar con fundamento la violencia generada por los poderes sociales que llevan a la injusticia. Para conseguir esa educación para la paz es necesario:

  • Que el educador pierda el miedo a manifestar su punto de vista y a ejercer la crítica de los acontecimientos.
  • Que combata las violencias visibles y encubiertas, en los medios, los textos, etc.
  • Que ayude a tomar conciencia de las actitudes violentas.
  • Que se eduque en la tolerancia y el respeto a la diversidad.
  • Que se fomente el lenguaje, el diálogo y la argumentación (incompatibles con la violencia).

En conclusión para educar en valores debemos seguir unas pautas que vayan llevando al niño y la niña a forjar su propia moral, su ética, su carácter. La pedagoga y psicóloga Celia Rodríguez nos lo resume de la siguiente manera y nos propone unas pautas a seguir:

  1. Educa en valores, no adoctrines: Ayúdales a construir su propia escala de valores de forma autónoma y racional. Que sean ellos mismos los que acepten los valores por propia iniciativa y entiendan los mismos.
  2. Favorece un enfoque vivencial, los valores no se aprenden como los conceptos, se adquieren mediante la vivencia afectiva de los mismos.
  3. Utiliza una perspectiva transversal, trata de hacer que la educación en valores esté presente en todo momento educacional, independientemente del tema, edad, disciplina, educación familiar o escolar.
  4. Enséñales a ser críticos con la información que les llega desde distintos medios en especial de los medios de comunicación. Haz que reflexionen mediante preguntas.
  5. Utiliza un ambiente de dialogo como base del respeto y la igualdad.
  6. Propicia la ayuda mutua para fomentar la colaboración y el respeto.
  7. Facilita la participación de todos, como medio para lograr la conciencia de igualdad.
  8. Emplea normas transparentes y compartidas.
  9. Sé un ejemplo para ellos, es más fácil ejemplificar una buena conducta que enseñarla.

Por: Dolores Álvarez Peralías, Maestra y pedagoga de nivel Primaria y Secundaria. Para revista INED 21