Hablamos con frecuencia de una Educación en Valores y de los Valores de la Educación pero a veces lo usamos como muletilla para una educación de calidad, sin ponernos a pensar cuáles son esos valores que de verdad debemos ir fomentando en todas esas personas que se están educando y a las cuales los mayores les servimos de referencia, por eso el mejor valor que podemos transmitir, en principio, es dar ejemplo con nuestros actos, con nuestros mensajes, con nuestros pensamientos.
Ser acompañante en el proceso educativo implica una entereza personal del docente que exige que nuestra vida sea congruente con los mensajes que damos, no podemos ir diciendo que hay que ser justos, solidarios, democráticos… cuando nuestra práctica educativa va por otros derroteros y el alumnado ve que no somos testimonio de lo que decimos.
Hace años leí el libro de Victoria Camps “Los Valores de la Educación” que define muy claramente cuáles son esos valores que familia, escuela y sociedad debemos transmitir y que hoy siguen estando vigentes. “Educar es, así, formar el carácter, en el sentido más extenso y total del término: formar el carácter para que se cumpla un proceso de socialización, imprescindible, y formarlo para promover un mundo más civilizado, críticos con los defectos del presente y comprometido con el proceso moral de las estructuras y actitudes sociales… y para formar el carácter no hay más remedio que inculcar unos valores” (p.11)
Enseñar a vivir en la sociedad, respetando y haciéndose respetar, significa que estamos enseñando a ser responsables y a ser tolerantes. Hay que fomentar el respeto por los bienes comunes, por el medio ambiente, hay que ser solidarios y solidarias dentro de nuestra parcela de responsabilidad, entendiendo que todos y todas somos un poco corresponsables de las grandes injusticias que se dan y que, desde nuestra pequeña parcela, podemos colaborar para que vaya desapareciendo.
Educar en valores también es Educar para la Paz, educar para la paz significa comprometerse con el alumnado, generar en clase un buen clima que haga entender y respetar las diferencias, hacer reflexionar sobre la violencia generada en series televisivas o en algunos deportes, criticar con fundamento la violencia generada por los poderes sociales que llevan a la injusticia. Para conseguir esa educación para la paz es necesario:
En conclusión para educar en valores debemos seguir unas pautas que vayan llevando al niño y la niña a forjar su propia moral, su ética, su carácter. La pedagoga y psicóloga Celia Rodríguez nos lo resume de la siguiente manera y nos propone unas pautas a seguir:
Por: Dolores Álvarez Peralías, Maestra y pedagoga de nivel Primaria y Secundaria. Para revista INED 21