Por Dra. Teresita de Jesús Cuevas Cardona
“Cooperar es trabajar juntos para lograr metas compartidas o sea, lograr una interdependencia positiva”. (Díaz Barriga, Hernández Rojas, 1999).
Para los maestros es muy sencillo trabajar con nuestros estudiantes haciéndolo en equipos, sin embargo, es un hecho que muchas veces no somos totalmente justos en el proceso de evaluación, ya que podemos evaluar a todos por igual sin contar que, en demasiadas ocasiones unos se esfuerzan más que otros.
El trabajo en equipo, nos debe llevar a una completa colaboración entre nuestros alumnos, en donde la responsabilidad del aprendizaje caiga sobre todos sus integrantes, esto es, los alumnos más aventajados, deberán ayudar a los menos aventajados, debido a que el paradigma evaluativo cambia completamente en esta estrategia pedagógica.
Así mismo, la evaluación en trabajo colaborativo, a la que se le puede llamar “auténtica”, se considera alternativa en el sentido de que busca un cambio en la cultura de la evaluación imperante, centrada en instrumentos estáticos de papel y lápiz que exploran sólo la esfera del conocimiento declarativo más que nada de tipo factual.
En congruencia con los postulados del constructivismo, una evaluación auténtica centrada en el desempeño busca evaluar lo que se hace, así como identificar el vínculo de coherencia entre lo conceptual y lo procedimental, entender como ocurre el desempeño en un contexto y situación determinados, o seguir el proceso de adquisición y perfeccionamiento de determinados saberes o formas de actuación. Así mismo, implica una autoevaluación por parte del alumno, pues la meta es la promoción explícita de sus capacidades de autorregulación y reflexión sobre su propio aprendizaje. En este sentido es una evaluación de proceso y formativa, donde son prácticas relevantes la evaluación mutua, la coevaluación y la autoevaluación (Díaz Barriga y Hernández 2002).
Por otra parte, para evaluar la colaboración entre nuestros estudiantes debemos considerar lo siguiente:
El docente puede utilizar el enfoque del aprendizaje cooperativo en el aula para promover que sus estudiantes se sientan involucrados en relaciones con compañeros que se preocupan por ellos y los apoyan. Y sean capaces de influir en las personas con quienes están involucrados
Así como también el disfrutar del aprendizaje. (Díaz Barriga, 1999).
Como el paradigma evaluativo se transforma en el aprendizaje cooperativo, el docente debe lograr que sus estudiantes se sientan capaces de influir en las personas con quienes están involucrados, para disfrutar el aprendizaje en un ambiente de camaradería.
El adecuado seguimiento y evaluación del aprendizaje cooperativo, va a lograr una adecuada interacción en la elaboración de los proyectos escolares, ya que el beneficio con este tipo de aprendizajes, logrará implicar a un grupo en una experiencia “auténtica”, fuerte y común, para volver a ella de una manera reflexiva y analítica, y lograr nuevos saberes, así con esto, se estimula la práctica reflexiva y las interrogantes sobre los saberes y los aprendizajes. (Díaz Barriga, 2006).
Al final de cuentas, lo que necesita nuestro país, es una fuerte unión entre los mexicanos, un verdadero trabajo en equipo, que logre quitar el mito que se tiene de nosotros, de que la mayoría trata de lograr sus metas, pasando encima de los que sean para lograrlo. ¿No es hora de pensar, que si nos ayudamos mutuamente, lograremos metas en común, y por lo tanto, el beneficio será para todos?