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10 estrategias para promover la lectura

Teacher in class reading to students

Muchos docentes estamos obsesionados con cultivar en el alumnado el «amor» por la lectura; seguramente, desde que éramos pequeños, a unos cuantos nos gustaba leer. Si tenemos hijas e hijos, podemos asegurar que, con toda probabilidad, al menos intentamos inculcar ese gusto en ellas y ellos (y es posible que a medio o largo plazo, acabemos consiguiéndolo)… El tema se complica cuando hablamos de los alumnos y las alumnas. Aquí les dejamos estos 10 consejos.

  1. Leer: es un primer paso muy obvio y sencillo. No podemos animar a nadie a leer si nosotras no leemos, sea por placer, información o auto-formación.
  2. Compartir nuestras experiencias con la lectura: por supuesto, con los y las estudiantes, pero también con colegas y amigos. Cuenta a tu alumnado qué has estado leyendo, qué has aprendido de esos textos, si los recomiendas o no.
  3. Leer socializando: hay páginas, como Goodreads, donde podemos compartir y obtener recomendaciones sobre todo tipo de libros también suelen ser una buena idea. Si hablamos de niñas y niños preescolares o de Educacion Primaria, estas webs sociales no son una alternativa a tener en cuenta porque las lecturas no están adecuadas a su nivel de desarrollo.
  4. ¿Organizar un read-a-thon (maratón de lectura)? Las familias y el profesorado podría tomar la iniciativa. Animales de peluche, pijamas y una invitación a releer sus libros favoritos… los profesores y las profesoras preparamos galletas, los padres y las madres leen. Una experiencia muy bonita para los dos primeros ciclos de Primaria, desde luego.
  5. De paseo: una manera más de hacer la lectura algo social. Visita una biblioteca o una buena librería: no se trata de sacar o comprar libros, sino de rodearte de ellos y ojearlos incansablemente. Ahora bien, si no te puedes resistir a llevarte alguno, te entendemos.
  6. Escuchar a los libros: hay audiolibros, y en las aulas son útiles incluso para alumnas y alumnos invidentes. Igualmente, se adquiere vocabulario, aunque no desarrollemos la decodificación de los textos o la fluidez en la lectura; favorece, por otro lado, desatar la imaginación y visualizar las escenas.
  7. Coloquios con los autores: si es posible invitar a la autora o autor de algún libro que incluyamos en la programación didáctica o que sepamos que a nuestras alumnas y alumnos les gusta, deberíamos intentarlo.
  8. Conectar con otros temas: los libros, la lectura, siempre ha sido un tema político, politizado. Pensemos en los libros prohibidos, en la prohibición referente a la alfabetización de los esclavos, etc. Ayuda a tu alumnado (en Secundaria, especialmente) a ver el amplio contexto en el que se desarrolla la Historia de la Literatura, enlazándolo con los acontecimientos y entornos políticos.
  9. Necesidades específicas para poblaciones específicas: no podemos animar a las alumnas y a los alumnos a la lectura sin más, sin tener en cuenta su pertenencia o no a grupos vulnerables, su origen cultural, su género, su origen socioeconómico, su diversidad funcional… Hemos de curbrir las necesidades de todas y todos los educandos.
  10. Enseñar estrategias de lectura: no tanto para degustar literatura, pero sí será útil para su futuro académico en la Secundaria o en la enseñanza superior, conocer algunos trucos de lectura rápida. Ni que decir tiene que han de estar familiarizados con los diferentes géneros de texto relacionados con las diferentes áreas de contenido.