Es innegable que hoy en día existen numerosas plataformas para ayudarnos a mejorar el proceso de enseñanza. Ese no es el problema. El reto es seleccionar la adecuada para nuestro caso particular y entender cómo incorporarla a un proceso de enseñanza que llevamos desarrollando años, o incluso décadas, sin que éste sufra las consecuencias.
Cómo Implementar las Nuevas Tecnologías en el Proceso de Enseñanza
Como toda en estrategia a largo plazo, la planificación es fundamental. Antes de comprometerse con una tecnología concreta, es necesario analizar todo lo que esta conlleva y su proceso de implementación paso a paso, dirigiendo los problemas antes de que estos sucedan.
Uno de los errores más comunes a la hora de implantar las TICs es querer llevar a cabo un cambio radical en un espacio de tiempo reducido. Pasar de la nada a todo de la noche a la mañana. Al contrario, los expertos recomiendan realizar un cambio progresivo para minimizar los posibles efectos negativos que vayan surgiendo en el proceso.
Tendencias educativas como el autoaprendizaje, el aprendizaje ubicuo, el aprendizaje personalizado y el “life long learning” han ganado fuerza en los últimos años y parecen ser las claves del futuro. Todas ellas tienen algo en común; la libertad para el alumno. Si las nuevas tecnologías que implementemos facilitan esta transición, probablemente iremos por el camino correcto.
Para que las nuevas tecnologías tengan éxito en el aula, el profesor debe tener un conocimiento avanzado de las mismas. La formación del profesorado es un primer paso esencial.
Afortunadamente hoy en día, existen gran cantidad de cursos, conferencias, blogs, guías y tutoriales a los que los docentes interesados pueden acudir para informarse sobre mejores prácticas, tendencias y más. Éste es precisamente otro de los puntos clave para una implementación efectiva del uso de las tecnologías en el aula; el interés del docente. Si el docente ve las tecnologías como una obligación impuesta por el centro educativo y no muestra interés en las mismas, difícilmente éstas podrán aportar beneficios en el aula.
Como bien opina Olga Mendoza, maestra mexicana en tecnología educativa, “El instructor debe comenzar incluyendo una TIC, sólo una, y debe saber usar dicha tecnología al 100%.”
Para terminar, es importante tener siempre presente que las TICs son el medio y no el fin. Beatriz Montesinos nos explica este punto a la perfección, a la vez que hace hincapié en la formación del profesorado:
“El objetivo al que debemos aspirar es que las TIC se conviertan en “invisibles” dentro del aula. Al igual que a un niño hoy en día no le distrae de su proceso de aprendizaje un libro, porque es su herramienta fundamental de trabajo, a un ciudadano del siglo XXI no le debería llamar la atención trabajar en la clase con ordenadores, tablets, teléfonos móviles y herramientas web, porque son las herramientas de aprendizaje del presente.
¿Qué hace falta para ello? Que los profesores pierdan el miedo a la tecnología, que conozcan todas sus funcionalidades y beneficios en educación, que se acostumbren a su utilización, que se formen al respecto.”
Fuente: Examtime, plataforma educativa.